Son muchas las cosas que pueden ocurrir, y de hecho han ocurrido, durante un año, pero creo que las puedo reducir a una sola palabra: GLORIA.
En efecto: la flota del Archiducado se ha cubierto de la mayor de las glorias en todos los frentes en los que ha combatido, no sólo derrotando a los enemigos que han ido surgiendo, sino también arrasando y conquistando su territorio, y aplastando cualquier conato de resistencia o insurgencia. Si aquel famoso Imperio de los Káisers pasó a la Historia y nadie se acuerda ya de él ni de los millones de ciudadanos desaparecidos, algo similar ocurre con las colonias infectadas por el Colectivo Simbionte. Nuestra colosal flota ha conseguido destruir cualquier rastro de colonos inoculados con el virus, y ahora decenas de planetas respiran con la libertad de saber que pronto serán colonizados con súbditos del Archiducado, perfectamente saludables. Finalmente, la llegada de una banda de filibusteros que, ocultándose de nuestros radares, han tratado de saquear algunos planetas del Sol Ceti, ha requerido una contundente respuesta y la puesta en marcha de planes para impedir nuevos saqueos.
Pero no todo van a ser cruentas guerras: el Archiducado es también un Estado de Paz y Amistad. Nuestros expertos diplomáticos Gesserit han tendido puentes de mutua confianza con los habitantes de los Soles vecinos del Archiducado, de modo que las fronteras no serán violadas en ningún sentido. Estos puentes han dinamizado también nuestra economía que, aletargada por la escasez de materias primas y las fastidiosas huelgas en los astilleros, ha encontrado en los intercambios comerciales con las razas amigas un auténtico filón para las arcas de la Cofradía.
La vida sigue y el futuro no puede sino depararnos una cosa: más Gloria.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario